La competición consistía en que una persona y su mascota recorrieran juntos los más de seis kilómetros de recorrido por la Sierra de San Pablo.
Un niño de unos 11 años acaricia a su animal, un perro de aguas español y, nada más escuchar que empieza la carrera, salen disparados para recorrer la Sierra
de San Pablo de Montellano, como hacen muchos días. Aunque esta vez fue compitiendo. El joven fue el único vecino de Montellano que se atrevió a participar en la primera prueba andaluza de Canicross, una prueba atlética de velocidad en la que los corredores participan con sus mascotas y en la que el atleta siempre está obligado a ir por detrás de su mascota.
"El chico apunta buenas maneras y su perro es maravilloso", explica Antonio Zorrilla, organizador y presidente de la Liga Nacional de Canicross, que quedó prendado por la pareja, acostumbrada a ir juntos a todos lados. De hecho, el joven siempre va con la bici por las calles de Montellano y con el perro, con collar y correa, correteando siempre a su lado.
El entusiasmo se contagió al resto de participantes, la mayoría procedentes de fuera de Andalucía, ya que es una modalidad deportiva que no está arraigada aún en la comunidad. Incluso al ganador, Pedro Etxeberría y su mascota Zura, que atravesaron los seis kilómetros de recorrido en poco más de 25 minutos. Tal es la expectación que hubo quién vino de Santiago de Compostela, caso de Roberto Salgado, segundo de la clasificación general de Canicross.
El éxito de la prueba ha llevado a que la organización se plantee volver a Montellano el próximo año. Es más, se está estudiando con la Delegación Provincial de Turismo la posibilidad de que se organice un campeonato de Andalucía de Canicross que estaría compuesto por cuatro etapas. Y, por supuesto, una de ellas se celebraría en Montellano, que ha sentado cátedra en este deporte en el que sólo hay que hacer una cosa: compartir, hombre y perro, el mismo camino.
elcorreoweb.es
Foto archivo/Bilbao Press
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