La empresa concesionaria de Bilbobus ha solicitado al PRECO un arbitraje que implica el obligado cumplimiento de la resolución que se emita y la suspensión inmediata de la huelga, pero dicho arbitraje ha sido rechazado por el Comité
Por tanto, la fórmula alternativa para las futuras reuniones será la de la “mediación”, que no obliga a terminar la huelga y cuyo resultado no será vinculante para las partes en caso de no alcanzar acuerdo
La actitud del Comité de Empresa es desconcertante ya que cada vez que se llega a un acuerdo sobre los temas en discusión surgen nuevos temas de desacuerdo como si el afán fuera mantener el conflicto a toda costa
Aun así, Veolia nuevamente, en un ejercicio de buena voluntad y búsqueda de solución ha aceptado el mediador propuesto por el Comité y la próxima reunión se celebrará mañana a las 9,15 horas en el Preco
Bilbao, 15 de Noviembre de 2010. Veolia Bilbao solicitó la semana pasada el arbitraje del PRECO para solucionar el conflicto de Bilbobus. El arbitraje, cuya resolución es de obligado cumplimiento y conlleva la desconvocatoria inmediata de la huelga, ha sido rechazado por el Comité de Empresa.
Al rechazarse esta medida, se ha pasado a la fórmula alternativa que es la mediación. Por tanto, el PRECO “mediará” entre ambas partes para intentar alcanzar un acuerdo.
En caso de no alcanzarse acuerdo, el informe que emita el mediador no será vinculante y el Comité podría mantener la Huelga todo el tiempo que considere. La Empresa no entiende los motivos del Comité para rechazar el arbitraje del PRECO. “Si están convencidos de que sus reivindicaciones son justas y razonables no deberían tener miedo a su resolución vinculante. Y además, esto supondría terminar inmediatamente con la huelga que tanto trastorno está generando en los bilbainos, y devolver a Bilbao el servicio público que les corresponde”, afirman desde la Dirección.
La Empresa muestra su decepción porque el Comité no haya acompañado el inicio de la mediación con la desconvocatoria de la huelga indefinida que mantiene desde hace ya una semana. Asimismo, para la Empresa la actitud del Comité de Empresa es desconcertante ya que cada vez que se llega a un acuerdo sobre los temas en discusión surgen nuevos temas de desacuerdo como si el afán fuera mantener el conflicto a toda costa
Para Veolia la mayoría de las críticas al servicio carecen de fundamento y sólo sirven para justificar la huelga. Cabe citar por ejemplo las referencias sobre la calidad de servicio o el mantenimiento, cuando las encuestas de calidad de los usuarios de Bilbobus califican el servicio con un 7,3 sobre 10.: “Es como decir que eres un mal estudiante cuando en las pruebas de selectividad has sacado 7´3. Lo suyo son opiniones particulares, lo nuestro son datos objetivos.”. Llama claramente la atención la coincidencia de que esas acusaciones están surgiendo justo cuando están empezando las discusiones sobre el nuevo convenio.
Como en todas partes, el Transporte Público se ve obligado a soportar movimientos y perturbaciones cada vez que hay situaciones excepcionales (elecciones, enfrentamientos entre partidos…), algo injusto para la ciudadanía, que es la más afectada en estos procesos, especialmente en un contexto duro, de desempleo y de crisis como el actual.
Por tanto, lo único que desea Veolia es que termine la huelga y en ello está poniendo todo su empeño, recurriendo a todos los medios a su alcance, incluso a mediaciones externas.
Bilbao Press
