Las prendas, que actúan como barrera de seguridad entre los usuarios y la fuente de lesiones, serán ignífugas, autolimpiables, impermeables y antimicrobianas
La ropa que llevamos actúa de barrera seguridad ante una posible fuente de lesiones. En el caso de los equipos de salvamento, las características de las prendas o uniformes que visten sus miembros son determinantes para su seguridad en tanto que influyen en el grado de lesiones que pueden sufrir al prestar servicio en accidentes y otras operaciones de emergencia. Incendios, inundaciones, terremotos, rescates en el mar, de montaña… las condiciones de trabajo que afrontan en su día a día son complejas y arriesgadas y además, las dificultades a las que se enfrentan son crecientes como resultado de la evolución tecnológica o de los riesgos químicos, entre otros factores.
El objetivo del proyecto europeo SAFEPROTEX, iniciado en abril del presente año, es precisamente mejorar las características de los trajes que actualmente emplean los equipos de salvamento. Durante los próximos 3 años, los 19 participantes de este proyecto de I+D+i - liderado por el Centro griego de I+D textil, Clotefi- desarrollarán con este fin 3 prototipos diferentes. Con un presupuesto de 4,2 millones de euros, pondrán a punto 1 prototipo genérico, apto para cualquier tipo de riesgo, y otros dos prototipos específicos: uno para condiciones meteorológicas extremas y otro para la extinción de incendios en campo abierto. Estos modelos serán probados en situaciones de emergencia reales por sendos equipos de rescate (Salvamento y Acción de Rescate, SAR, y Rescue Greece), ambos participantes en el proyecto en calidad de asesores expertos y con experiencia en desastres recientes como, por ejemplo, Haití o Pakistán.
La idea que constituye la base del proyecto es, de hecho, crear soluciones innovadoras para abordar las principales limitaciones de las prendas actuales de protección porque en operaciones de rescate o emergencia los riesgos pueden ser variados. Por ejemplo, las tareas de limpieza tras una inundación, además de los peligros evidentes, entrañan otros riesgos añadidos derivados de aguas residuales, productos químicos para el hogar, productos de petróleo, sustancias químicas industriales peligrosas, pesticidas o líquidos inflamables.
Así, los requisitos que deberán contemplar los nuevos trajes son variados. Deberán ser ignífugos, impermeables, autolimpiables con luz solar o agua de lluvia, antimicrobianos y además el tejido deberá ser buen conductor para evitar la acumulación de electricidad estática. Se valorará también su comodidad, para evitar el rechazo que a veces producen las prendas de seguridad en los usuarios, así como su vida útil, la cual es deseable aumentar debido al elevado coste de este tipo de trajes.
La labor de GAIKER-IK4 en el marco del proyecto SAFEPROTEX se centrará en sus fases previas. Así nos dedicaremos al procesado con nanoaditivos del nuevo material, el cual permitirá luego confeccionar los futuros trajes con la ayuda de expertos en otros campos (hilado, diseño, confección…).
Bilbao Press
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