lunes, 18 de octubre de 2010

Carlos V hermana en Medina de Pomar a dos provincias limítrofes


La Ruta de Carlos V es de esos acontecimientos que, a parte de unir a dos provincias limítrofes, hermana también a dos villas tremendamente vinculadas al Emperador.
Ni la lluvia ni el frío, han enturbiado, todos los actos programados en una nueva edición de la Ruta del Emperador Carlos V. Cientos de personas se echaron a la calle para recibir a la comitiva al grito de ¡Viva el Emperador! Uno de los primeros actos fue el desfile, a media mañana de ayer, con destino a la parroquia de la Santa Cruz de Medina de Pomar. El séquito estuvo encabezado por los Condestables de la ciudad y todas las autoridades invitadas a tan noble acto. Entre los asistentes, estuvieron el primer edil de Medina, José Antonio López Marañón, la teniente alcalde, Mónica Pérez, la alcaldesa de Espinosa de los Monteros, Pilar López, Fermín Unzue, consejero delegado de la Sociedad Turística de Cantabria, así como varios alcaldes pedáneos y parte de la corporación municipal.
Tras un breve recorrido por la zona histórica de la ciudad, todo el séquito acudió a la parroquia de la Santa Cruz para asistir a una solemne misa Renacentista. El párroco local se encargo de oficiar la liturgia que fue leída en su totalidad en latín. Tras el acto religioso, los asistentes se desplazaron hacia la plaza del Ayuntamiento de donde partieron todos juntos al encuentro del Emperador.
Después de un largo recorrido por las principales calles de tan noble villa, todos los asistentes llegaban a la entrada de la ciudad, donde les aguardaba, toda la corte del emperador, encabezada por Carlos V. Una vez realizados los saludos más protocolarios, Carlos V recibía las llaves de la ciudad de manos de los Condestables.
Según aseguraba el alcalde, José Antonio López Marañón, «es para nosotros un honor seguir recibiendo año tras año al emperador». También señaló que, de cara al futuro, «la idea de esta ruta, no es pararla en Medina, si no que llegue hasta Extremadura».
Cientos de personas han seguido el recorrido de toda la comitiva real a lo largo de las calles de Medina. Este es un acontecimiento que muestra parte de esa historia aún viva y que muchos de los asistentes desconocían, sobre todo los más jóvenes.
El punto final a tan noble recorrido fue la plaza del Corral donde las autoridades dieron la bienvenida a Carlos V. El Emperador agradeció a todos los presentes su asistencia. Las actividades se prolongaron durante toda la jornada dominical y uno de los platos fuertes fue la comida de hermandad, donde se han reunido todos los asistentes y los más de cien peregrinos llegados de Cantabria y Extremadura.



Ferran Silva
Bilbao Press

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