martes, 16 de noviembre de 2010

El enésimo bulo de internet: el niño con leucemia

CIENTOS DE VASCOS CONTACTAN CON EL HOSPITAL LA FE DE VALENCIA TRAS RECIBIR UN E-MAIL QUE PEDÍA DONANTES DE SANGRE PARA SALVAR LA VIDA DE UN NIÑO CON LEUCEMIA, CUANDO EN REALIDAD ERA UNA LEYENDA URBANA

NO tenemos a ningún niño enfermo de leucemia que necesite un transplante del grupo sanguíneo AB. Todo es mentira". Las telefonistas del Hospital Universitari La Fe de Valencia están "cansadas" de repetir esta frase a las personas que contactan con el centro después de recibir un correo electrónico falso. "No sabemos quién se inventó esta historia, pero llevamos cinco años a vueltas con ese niño imaginario", explican las recepcionistas.

El origen de las llamadas cambia cada cierto tiempo y, según informan, últimamente provienen de Euskadi. Un fraudulento e-mail firmado por Josu Larragan, de Urbiko Triatloi Taldea, es el causante de esta historia. "El niño enfermo es el hijo de uno de los cicloturistas que conocemos", dice el correo, que ya ha engañado a miles de personas. Y los vascos no se han librado.

El donostiarra Joxe Mari Larrañaga ha sido una de las víctimas. De camino a un congreso a Valencia, recibió el e-mail que pedía ayuda a personas de su grupo sanguíneo, y no dudó en ofrecerse. "¿Cómo iba a pensar que todo era falso si me lo envió una amiga y estaba firmado por alguien de Urbiko Triatloi Taldea?", se pregunta.

En cuanto leyó que encontrando donantes de sangre AB sería posible salvar la vida del niño, Larrañaga llamó al móvil que aparecía en el e-mail, pero nadie respondió. Un tono muy extraño le hizo pensar que ese número no existía, pero aun así, pensó que no perdía nada contactando directamente con el centro médico de Valencia que aparecía en el correo electrónico. "Fue ahí donde me dijeron que todo era falso y que no había un niño que correspondía con esos datos", indica este hombre.

DESMENTIDO OFICIAL

"Quieren saturar la red"

La dirección del Hospital Universitari La Fe, harta de tener que desmentir la información "hasta una docena de veces" al día, colgó un comunicado oficial en página web informando de que todo se debía a "un bulo, un mensaje de correo electrónico con contenido falso o engañoso".

"Estos mensajes, apelando en casos como este a la solidaridad ciudadana para ayudar a un niño enfermo, se distribuyen en cadena a través de internet con el objetivo de saturar la Red o los servidores y captar direcciones personales de correo para comerciar con bases de datos o utilizarlas para fraudes cibernéticos", advierte el documento.

El centro, además, informa de que el grupo sanguíneo AB puede recibir sangre de cualquier tipo (A, B, AB y 0), "lo que desecha la idea de falta de donantes que se menciona en el correo".

Por último, el Hospital Universitari explica que, durante el tiempo que este bulo lleva circulando por internet, ha sufrido "ligeras modificaciones de contenido" (variación en el número de donantes que dice se necesitan, el número de teléfono que se señala, etc.), aunque la redacción sigue siendo atemporal "con el fin garantizar la máxima permanencia del correo en la Red".

En cualquier caso, el centro valenciano aprovecha la ocasión para recordar que "los hospitales públicos necesitan diariamente sangre de todos los grupos sanguíneos", y emplaza a la ciudadanía a donarla en los puntos habituales de extracción.

SIETE MESES DESDE EL DE QUIRÓN

¿Cuál será el siguiente bulo?

La del niño enfermo de Valencia es sólo una de las múltiples historias engañosas que circulan por internet. Muchos recordarán el eco que tuvo la pasada primavera otro correo parecido, en ese caso firmado por el gerente del hospital Quirón de Donostia, que contaba la historia de una chica que había sido drogada para robarle los riñones.

El e-mail alertaba de un peligro falso que no tardó en alarmar a la sociedad. El gerente del centro médico de Egia desmintió los hechos, pero el correo electrónico siguió circulando a sus anchas.

Parece que aquella historia dejó de sonar. Ahora le ha tocado al Hospital Universitari La Fe de Valencia. ¿Cuál será el siguiente bulo?



ELENE ARRAZOLA/DEIA