Pasaban llega al campo 1 sin que la meteorología se acabe de estabilizar en el Shisha Pangma Desde que llegaron al campo base, el Shisha Pangma y la meteorología del Himalaya han jugado con la expedición de Edurne Pasaban. Y se resiste a dejar de hacerlo incluso una vez que han iniciado el ataque a cumbre.
Ayer comenzaron la ascensión y lo que iba a ser una jornada de calentamiento camino del campo 1 (6.200 m.) se convirtió en una dura jornada por culpa del frío y el viento, según explicaba el equipo que se mantiene en el campo base avanzado. «Según dicen, ha sido durillo porque el viento no ha cesado en todo el trayecto y la ventisca les ha azotado con fuerza en un par de ocasiones», aseguraba Pablo Díaz-Munío, el médico de la expedición.
Lo peor llegó a la tarde. A las dos y media (hora local), poco después de llegar al campamento de altura, se puso a nevar y prácticamente no paró en toda la tarde noche, acompañado de una fuerte ventisca.
El grupo partía del CB a las ocho de la mañana (hora de Nepal, casi cuatro horas menos en España). El día amaneció soleado y, de nuevo, ventoso. El objetivo era llegar al Campo 1 a una hora temprana, antes de que el tiempo cambiase por la tarde, como ha venido sucediendo casi todos los días desde que llegaron al Shisha Pangma.
Hacia las dos y cuarto de la tarde, la alpinista guipuzcoana contactaba por radio con el CB para confirmar que ya estaban instalados en las tiendas y que iniciaban la rutina habitual en esta situaciones: derretir nieve para hidratarse, entrar en calor y comer algo antes de descansar.
Últimos en llegar
Edurne explicaba también que habían tardado algo más de lo previsto porque se habían entretenido grabando algunas tomas del camino para el programa 'Al Filo de lo Imposible". Tanto que fueron los últimos en llegar al campamento de altura.
Antes lo hicieron el nutrido grupo de alpinistas que comparten este ataque a cumbre: los italianos Mario Panzeri (que busca aquí su undécimo 'ochomil'), Michele Compagnoni (nieto de uno de los primeros conquistadores del K-2) y Alberto Magliano, y los integrantes de la expedición española: el bilbaíno Juanra Madariaga, los burgaleses Roberto Rodrigo, Isabel García y José Luis Quintana, los catalanes Jaume Gibernau y Pepe Dey y el mexicano Jorge Salazar.
Ya en la seguridad de las tiendas, los alpinistas padecían el inesperado empeoramiento del tiempo por la tarde con una gran nevada y fuerte viento. Además, a media tarde llegaba al campamento una expedición de alemanes que iba de retirada tras intentar la cumbre y como no llevaban tiendas tuvieron que ser 'acomodados' en las del equipo de 'Al Filo'.
Las previsiones para hoy son iguales, incluso con algo más de viento. Esta circunstancia les puede obligar a ascender hasta el campo 2 (6.800 m.) equipados con el buzo de altura, que suelen reservarlo para el día de cumbre. La mejoría se espera para mañana y el lunes, el día previsto para alcanzar la cima, aunque el inesperado empeoramiento de ayer por la tarde ha llevado la intranquilidad a la expedición. Pese a todo, mantienen los planes y hoy tienen previsto partir hacia el C-2 (6.800 m.) a las cinco de la mañana.
Ayer comenzaron la ascensión y lo que iba a ser una jornada de calentamiento camino del campo 1 (6.200 m.) se convirtió en una dura jornada por culpa del frío y el viento, según explicaba el equipo que se mantiene en el campo base avanzado. «Según dicen, ha sido durillo porque el viento no ha cesado en todo el trayecto y la ventisca les ha azotado con fuerza en un par de ocasiones», aseguraba Pablo Díaz-Munío, el médico de la expedición.
Lo peor llegó a la tarde. A las dos y media (hora local), poco después de llegar al campamento de altura, se puso a nevar y prácticamente no paró en toda la tarde noche, acompañado de una fuerte ventisca.
El grupo partía del CB a las ocho de la mañana (hora de Nepal, casi cuatro horas menos en España). El día amaneció soleado y, de nuevo, ventoso. El objetivo era llegar al Campo 1 a una hora temprana, antes de que el tiempo cambiase por la tarde, como ha venido sucediendo casi todos los días desde que llegaron al Shisha Pangma.
Hacia las dos y cuarto de la tarde, la alpinista guipuzcoana contactaba por radio con el CB para confirmar que ya estaban instalados en las tiendas y que iniciaban la rutina habitual en esta situaciones: derretir nieve para hidratarse, entrar en calor y comer algo antes de descansar.
Últimos en llegar
Edurne explicaba también que habían tardado algo más de lo previsto porque se habían entretenido grabando algunas tomas del camino para el programa 'Al Filo de lo Imposible". Tanto que fueron los últimos en llegar al campamento de altura.
Antes lo hicieron el nutrido grupo de alpinistas que comparten este ataque a cumbre: los italianos Mario Panzeri (que busca aquí su undécimo 'ochomil'), Michele Compagnoni (nieto de uno de los primeros conquistadores del K-2) y Alberto Magliano, y los integrantes de la expedición española: el bilbaíno Juanra Madariaga, los burgaleses Roberto Rodrigo, Isabel García y José Luis Quintana, los catalanes Jaume Gibernau y Pepe Dey y el mexicano Jorge Salazar.
Ya en la seguridad de las tiendas, los alpinistas padecían el inesperado empeoramiento del tiempo por la tarde con una gran nevada y fuerte viento. Además, a media tarde llegaba al campamento una expedición de alemanes que iba de retirada tras intentar la cumbre y como no llevaban tiendas tuvieron que ser 'acomodados' en las del equipo de 'Al Filo'.
Las previsiones para hoy son iguales, incluso con algo más de viento. Esta circunstancia les puede obligar a ascender hasta el campo 2 (6.800 m.) equipados con el buzo de altura, que suelen reservarlo para el día de cumbre. La mejoría se espera para mañana y el lunes, el día previsto para alcanzar la cima, aunque el inesperado empeoramiento de ayer por la tarde ha llevado la intranquilidad a la expedición. Pese a todo, mantienen los planes y hoy tienen previsto partir hacia el C-2 (6.800 m.) a las cinco de la mañana.
Fuente/El Correo
Foto/Al Filo
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